El último reporte epidemiológico del Ministerio de Salud de Santa Fe encendió señales de alerta por el avance de la tos convulsa (coqueluche) en la provincia. La vigilancia sanitaria contabiliza 57 casos entre confirmados y probables, sobre un total de 241 notificaciones de sospecha en distintas localidades.

El departamento Rosario continúa siendo el punto crítico, con el 80,4% de los diagnósticos positivos (37 pacientes). Sin embargo, la circulación de la Bordetella pertussis ya se extendió a otras zonas. En el sur provincial, General López suma dos contagios confirmados, lo que obliga a reforzar la detección temprana en Venado Tuerto y localidades cercanas. También se informaron tres casos en La Capital, dos en Constitución, uno en Caseros y uno en Castellanos.

El dato más grave del informe es la muerte de un bebé de un mes, oriundo de Villa Gobernador Gálvez, que presentó un cuadro severo acompañado de coinfecciones respiratorias. El documento oficial destaca un elemento clave: "El niño no se encontraba dentro del rango etario para la administración de vacunas que contuviera el componente pertussis y la madre no contaba con antecedente de vacunación contra pertussis durante el embarazo".

El análisis de los afectados muestra dos grupos de riesgo predominantes. Por un lado, los menores de un año, con 20 casos, quienes dependen de la protección que aporta la inmunización materna. Por otro, los adolescentes de 10 a 14 años, que concentran 13 diagnósticos, lo que apunta a una pérdida de inmunidad y la necesidad de completar los refuerzos.

Las autoridades sanitarias señalan que este aumento se enmarca en un brote nacional con focos activos en Buenos Aires y Tierra del Fuego, donde las notificaciones crecieron con mayor intensidad desde mediados de año. Ante este escenario, se insiste en la vacunación de personas gestantes a partir de la semana 20, medida considerada esencial para transmitir anticuerpos al bebé y protegerlo durante los primeros meses, antes de que pueda iniciar su propio esquema de inmunización.