El Gobierno confirmó que la reducción de los subsidios a la electricidad se implementará gradualmente a lo largo de 2025, con el objetivo de atenuar el impacto en las facturas de los hogares de menores ingresos. La medida, anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, fue oficializada mediante la Resolución 36/2025 publicada en el Boletín Oficial.

La normativa, emitida por la Secretaría de Energía, establece que la equiparación de las bonificaciones en las tarifas de electricidad y gas natural se llevará a cabo de manera progresiva. En su Resolución 24/25, el Gobierno había definido que los usuarios de ingresos bajos (N2) recibirían un descuento del 65%, mientras que los de ingresos medios (N3) accederían a una bonificación del 50% sobre el Precio Estacional de la Electricidad (PEST) y el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST).

Inicialmente, se había comunicado que estos nuevos porcentajes comenzarían a regir desde el 1 de febrero, lo que implicaba incrementos inmediatos del 12,3% y 8,4% en las tarifas para los usuarios N2 y N3, respectivamente. Sin embargo, el Gobierno optó por modificar el esquema y distribuir la aplicación del ajuste a lo largo del año.

Según un informe de la Subsecretaría de Transición y Planeamiento Energético, la gradualidad permitirá que la equiparación de las bonificaciones se concrete a finales de 2025, alineándose con la evolución de la inflación. Con este ajuste, las facturas de febrero tendrán un aumento estimado del 1,6%, en línea con lo previsto.

Caputo subrayó que "esa suba de 8% a 12% es gradual; las tarifas van a seguir el mismo curso de siempre, en el orden de 1 y pico este mes".

Diferencias entre subsidios a la electricidad y el gas

El documento oficial destacó que la aplicación progresiva responde a la mayor cantidad de hogares que dependen de los subsidios eléctricos, en comparación con el gas natural. Mientras que los usuarios de gas natural alcanzan los 9,4 millones de hogares, los de electricidad superan los 16 millones, de los cuales un 60% recibe asistencia estatal.

Finalmente, el Gobierno argumentó que esta estrategia es coherente con el plan económico para consolidar el proceso de desinflación en curso y evitar un impacto abrupto en los bolsillos de los consumidores.