La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que la cosecha de soja y maíz de la campaña 2024/25 será menor a lo proyectado inicialmente debido a las condiciones climáticas adversas de las últimas semanas.

Para la soja, la estimación de producción se redujo a 47,5 millones de toneladas (Mt), lo que implica una caída de 5 Mt respecto a las previsiones iniciales. En cuanto al maíz, la producción se ajustó a 46 Mt, registrando una merma de 6 Mt en comparación con la proyección de inicio de campaña y 2 Mt menos que la estimación de enero.

El informe destaca que el ciclo productivo ha estado marcado por variaciones climáticas: tras un período seco en la región pampeana, se registró una mejora hídrica significativa, pero en las últimas semanas volvió el calor extremo sin lluvias. No obstante, la BCR indicó que las precipitaciones ocurridas en los primeros días de febrero ayudaron a mitigar el impacto, evitando un recorte aún mayor en la producción.

Desde la entidad subrayaron que los próximos 10 días serán clave para la cosecha de soja, ya que se necesitarían al menos 40 mm de lluvias semanales para evitar nuevas reducciones en los rendimientos. En este contexto, se identificaron como zonas más afectadas Chaco, el centro y norte de Córdoba y Santa Fe, el centro y oeste de Buenos Aires y Santiago del Estero, con Chaco atravesando la situación más crítica de las últimas dos décadas.

Según la BCR, en condiciones climáticas normales, la producción de soja podría haber alcanzado 52/53 Mt, pero el deterioro de los cultivos llevó a una reducción significativa. En Buenos Aires, el rendimiento medio estimado es de 27,3 qq/ha, por debajo de los 31,4 qq/ha del ciclo anterior. En Santa Fe, tras el buen desempeño del año pasado (39,1 qq/ha), la actual campaña proyecta un promedio de 30,9 qq/ha.

El maíz también se vio afectado por el estrés hídrico y térmico, con una caída del 4% en la producción respecto a enero. Se estima un rendimiento nacional de 70,5 qq/ha, lo que deja un total de 46 Mt de producción, lejos de los 52 Mt esperados inicialmente bajo un escenario climático favorable.

El informe concluye que, aunque el área sembrada no sufrió modificaciones y se mantiene en 6,5 millones de hectáreas, los rindes bajaron en las principales provincias productoras: Buenos Aires (-3,8 qq/ha), Córdoba (-4,8 qq/ha) y Santa Fe (-2,8 qq/ha).