Estados Unidos y Argentina avanzan en un nuevo marco de integración comercial

13/11/2025 | Economía

Washington y Buenos Aires acordaron abrir mercados, eliminar aranceles y unificar regulaciones en sectores clave, con impacto en exportaciones e inversiones.

El Gobierno de Estados Unidos confirmó este jueves la firma de un Convenio Marco para un Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos con la Argentina, una iniciativa que, según destacó la Casa Blanca, apunta a “impulsar el crecimiento a largo plazo, ampliar las oportunidades y crear un entorno transparente y basado en normas para el comercio y la innovación”.

El comunicado oficial detalla que ambos países acordaron ampliar el acceso a sus mercados para productos estratégicos. En ese marco, se anticipa que la Argentina obtendrá ventajas para sus exportaciones de recursos naturales, acero, aluminio y carne vacuna, tal como había trascendido previamente.

A cambio, el país ofrecerá acceso preferencial para bienes estadounidenses como medicamentos, productos químicos, maquinaria, tecnología de la información, dispositivos médicos, vehículos y una amplia variedad de artículos agrícolas.

Según el texto, “en reconocimiento de la ambiciosa agenda de reformas de Argentina y sus compromisos comerciales, y de conformidad con el cumplimiento por parte de Argentina de los requisitos pertinentes de seguridad económica y de la cadena de suministro, Estados Unidos eliminará los aranceles recíprocos sobre ciertos recursos naturales no disponibles y artículos no patentados para su uso en aplicaciones farmacéuticas”.

La Casa Blanca agregó: “Además, Estados Unidos podrá considerar positivamente el efecto que el Acuerdo tiene sobre la seguridad nacional, incluyendo la toma de en consideración del Acuerdo al adoptar medidas comerciales en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, enmendada (19 USC 1862). Asimismo, los países se han comprometido a mejorar las condiciones de acceso bilateral recíproco al mercado para el comercio de carne de res”.

El entendimiento también contempla la eliminación de barreras no arancelarias por parte de la Argentina, que dejará de exigir trámites consulares para importaciones de Estados Unidos y avanzará en la supresión del impuesto estadístico aplicado a esos bienes. Además, el país aceptará productos que cumplan normas técnicas estadounidenses o internacionales, aprobará el ingreso de vehículos fabricados bajo estándares federales y reconocerá certificaciones sanitarias y regulatorias emitidas por agencias de Estados Unidos.

En materia de propiedad intelectual, el acuerdo compromete a la Argentina a reforzar los controles contra mercados de bienes falsificados, mejorar sus normas sobre patentes, acelerar trámites pendientes y adecuar su legislación a criterios internacionales, incluyendo denominaciones de origen.

El capítulo agrícola prevé la apertura del mercado argentino para ganado, carnes y alimentos de Estados Unidos, la simplificación de los procesos de registro para productos de origen animal y el compromiso de no limitar el ingreso de alimentos con denominaciones específicas. Ambas partes colaborarán para desmontar obstáculos no arancelarios que afecten al comercio de alimentos.

En el plano laboral, la Argentina asumió la prohibición de importar bienes producidos con trabajo forzado u obligatorio y el refuerzo de la fiscalización de derechos laborales reconocidos globalmente. El documento también suma compromisos ambientales vinculados a la lucha contra la tala ilegal, la eficiencia en el uso de recursos y el cumplimiento de obligaciones de la OMC sobre subsidios a la pesca.

El acuerdo incluye además iniciativas de cooperación en seguridad económica, alineamiento en controles de exportación e inversiones y medidas para evitar prácticas comerciales desleales de terceros países. En cuanto al comercio digital, la Argentina reconocerá firmas electrónicas estadounidenses, permitirá la transferencia internacional de datos sin discriminación y evitará restricciones a servicios digitales provenientes de Estados Unidos.

Ambas naciones trabajarán ahora en la redacción final del documento y en los procedimientos necesarios para su entrada en vigor. El avance del acuerdo será revisado mediante mecanismos bilaterales de seguimiento ya establecidos.


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