La Secretaría de Desarrollo Humano, a través del Instituto Municipal de Salud y Convivencia Animal (Imusca), difundió una serie de recomendaciones para evitar el golpe de calor en perros y gatos, una condición que puede poner en riesgo la vida de los animales de compañía.

Recordaron que las mascotas no regulan su temperatura corporal de la misma manera que los humanos: dependen principalmente de la respiración, el jadeo y, en el caso de los gatos, del lamido. Por eso, la exposición prolongada a altas temperaturas resulta especialmente peligrosa.

Entre las medidas preventivas, se sugiere no dejar a los animales dentro del auto, garantizar agua fresca y limpia en todo momento, evitar paseos o ejercicio en horas pico y ofrecer sombra, refugio y buena ventilación. También se advierte que los pisos de cemento retienen más el calor. Además, recomiendan dejar recipientes con agua en la vereda para animales de paso. Los más vulnerables son los braquicéfalos (hocico chato), animales con enfermedades cardíacas o pulmonares, obesos, cachorros y gerontes.

Los síntomas del golpe de calor pueden incluir confusión, ansiedad, salivación excesiva, jadeo intenso, encías muy rojas, piel caliente, temblores, desmayo, convulsiones, debilidad, taquicardia y diarrea.

Ante un cuadro de este tipo, se recomienda refrescar al animal con agua que no esté fría, aplicar paños húmedos, abanicarlo o acercarlo a un ventilador, además de ofrecerle agua constantemente. También puede ayudar humedecer las almohadillas, el hocico, la cabeza, el cuello y las axilas.

Una vez controlada la temperatura, es fundamental la consulta veterinaria, ya que los órganos internos pueden haber sufrido daños.