El Banco Central de la República Argentina (BCRA) informó que, a partir del 1 de enero de 2026, las bandas de flotación del dólar comenzarán a actualizarse en función de la inflación. La modificación implicará que tanto el piso como el techo del rango cambiario se ajusten de manera mensual de acuerdo con el último índice de precios publicado por el INDEC.

La entidad que conduce Santiago Bausili comunicó el inicio de una nueva etapa del programa monetario, orientada a “alcanzar la convergencia de la inflación doméstica al nivel de inflación internacional”.

En ese marco, el Central remarcó la importancia de la acumulación de reservas internacionales y ratificó su compromiso de llevar adelante “un programa de acumulación consistente”. En ese proceso también interviene el Fondo Monetario Internacional (FMI), que viene señalando la necesidad de cumplir con las compras de divisas contempladas en el programa vigente.

“El avance exitoso en la resolución de los desequilibrios macroeconómicos y la convalidación de la fortaleza del programa económico frente a la incertidumbre política originada por las elecciones de medio término amplían el horizonte de planificación, creando condiciones favorables para el crecimiento, la re-monetización de la economía y la acumulación de reservas internacionales”.

De cara a 2026 y en línea con la etapa de re-monetización, el BCRA detalló las medidas previstas para el próximo año, con foco principal en el fortalecimiento de las reservas. Al mismo tiempo, aclaró que la política monetaria se aplicará “en función de la evolución de la inflación, su relación con el nivel de actividad y, las condiciones financieras que determinan la demanda de dinero”.

“Mientras la inflación observada se mantenga por encima de la inflación internacional, el BCRA mantendrá un sesgo monetario contractivo respecto de su estimación de la trayectoria base de demanda de dinero”.

Cambios en las bandas de flotación

El organismo precisó que los límites superior e inferior del esquema cambiario se ajustarán mes a mes según el último dato de inflación informado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.

“Dado que el ritmo de deslizamiento de las bandas no se ajusta por la inflación de Estados Unidos, el techo de la banda se incrementa en términos reales a lo largo del tiempo”.

Además, sostuvo que el régimen de flotación “seguirá cumpliendo la función de limitar el riesgo de movimientos extremos y abruptos en el tipo de cambio”.

Acumulación de reservas

“A partir del 1 de enero de 2026, el Banco Central iniciará un programa de acumulación de reservas internacionales consistente con la evolución de la demanda de dinero y la liquidez del mercado de cambios”, indicó la entidad.

Según detalló, se proyecta que la base monetaria pase del 4,2% al 4,8% del PBI hacia diciembre del próximo año, lo que permitiría adquirir cerca de US$10.000 millones, sujeto a la oferta de divisas de la balanza de pagos. Con un incremento adicional de la demanda de dinero equivalente al 1% del PBI, ese monto podría ascender a US$17.000 millones “sin requerir esfuerzos sostenidos de esterilización”.

“El monto de ejecución diaria del programa de acumulación de reservas estará alineado con una participación del 5% del volumen diario del mercado de cambios. El BCRA podrá concretar compras en bloque que de otra manera podrían afectar el buen funcionamiento y la estabilidad del mercado”.

El Central explicó que la referencia a la liquidez responde a la elevada volatilidad del volumen diario operado en el mercado cambiario y ejemplificó esa situación: “En semanas recientes el volumen se redujo a un tercio, pasando de promediar US$600 millones diarios a un monto de alrededor de US$200 millones (neto de operaciones de pase). Adicionalmente a las operaciones en el MLC (Mercado Libre de Cambios), el BCRA podrá concretar compras en bloque que de otra manera podrían afectar el buen funcionamiento y la estabilidad del mercado”.

Encajes bancarios

En cuanto a los encajes, el BCRA confirmó que continuará con el “proceso de normalización gradual”.

“El impacto de las modificaciones de los requisitos de integración será un factor relevante en la determinación del equilibrio monetario y, por lo tanto, se llevará a cabo de manera consistente con la estabilidad de precios y con la recuperación de la intermediación financiera”.

Por último, la autoridad monetaria anticipó una expansión de la actividad económica y del crédito al sector privado, impulsada por incentivos de mercado “que favorecen la inversión, las exportaciones y el consumo”. En el plano inflacionario, reafirmó la decisión de sostener un “sesgo contractivo”, con el objetivo de que la oferta de dinero “evolucione a menor ritmo de la demanda”.